San Juan: hogueras familiares en cada puerta. Viejos objetos coleccionados para la ocasión y acopiados desde todos los rincones que pese a ser queridos se quemaban junto a los recuerdos impregnados en ellos.
Cada familia alrededor de su fogata esforzándose para que la suya sea la mas colosal, la mas calcinante.
Calentados por la pira sanjuanera la mitad del cuerpo y la otra a merced de la noche más fría del año, los mayores combatían la gélida jornada con ponches en grado de ebullición.
Para sedar el apetito: naranjas asadas en las brazas, papas y carnes cocinadas en la misma fogata… todo eso sumergido en música de todos los ritmos, cuyas notas luego de nacer en cada puerta de calle, se mezclaban en la cada vez mas gigantesca consola de humo que palmo a palmo disputaba el hogar a los elementos de la atmósfera.
Para sedar el apetito: naranjas asadas en las brazas, papas y carnes cocinadas en la misma fogata… todo eso sumergido en música de todos los ritmos, cuyas notas luego de nacer en cada puerta de calle, se mezclaban en la cada vez mas gigantesca consola de humo que palmo a palmo disputaba el hogar a los elementos de la atmósfera.
Con cierta frecuencia aparecían pelotones de “saltamontes” con forma humana que raudos cruzaban los aires lamidos por las llamas, chamuscándose sucesivamente en cada fogata...Esos eran los “San Juanes” que enlazaban familias y vecindarios enteros una noche al año.
Hoy, en aras de la salud del medio ambiente (que también es la nuestra) sólo serán recuerdos cobijados entre los mas hermosos de nuestra estantería. Recuerdos que no deben ser cubiertos con la insípida imposición del mercantilismo de masticar salchichas ni sobetear improvisados amuletos.
Ya era hora, después de 2 meses; te hiciste esperar...
ResponderEliminarTu post fue una invitación los buenos recuerdos, no diré que el tiempo pasado fue mejor, pero si era más caliente y familiar.
Estoy un poco flojo ultimamente. No tengo tu motivación; pero me gusta incursionar a veces en estos medios, te ayuda a organizar tus ideas y conocer otras formas de ver y pensar.
ResponderEliminarCada tiempo y lugar tienen su encanto, yo creo que la fiesta de San Juan pasó a la historia; pero los ponches,el calor de la amistad y de los seres queridos persistiran por siempre.
Otro San Juan y el planeta sigue calentandose. Es que no es suficiente ser ambientalista de San Juan; si dejaran el snobismo en la proteccion del medio ambiente, esos mismos "ambientalistas" prohibirian la circulación de vehiculos en mal estado. Multarían a los que arrojan basura, cenizas y colillas de cigarro por las ventanillas de los motorizados, etc, etc, etc, etc...
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